El Rey se enrolla con la peña

Don Juan Carlos demostró una vez más por qué la Corona Española es la institución más valorada por l*s jóvenes vasc*s, seguida muy de cerca por la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza; aventajando significativamente a los Porros, el LSD y la cocaína, muy por detrás en el ranking de preferencias.

En su afán por acercarse al movimiento juvenil vasco, el regentespañol no dudó en acudir a un concierto punk en el gaztetxe de Vitoria-Gasteiz. El monarca fue acogido con una cerrada ovación por parte del público asistente y con una larga lista de vítores y aplausos a cargo de un nutrido grupo de piesnegros que le recibieron a gritos de «¡Juancar Litros oe, oe, oe! ¡Juancar Litros oe, oe, oa!»

Debido a ello, don Juan Carlos no pudo sino agradecer el calor que le brindaban y saludar al modo de l*s jóvenes vascos. Desde la Casa Real se asegura que este tipo de gestos del Rey Despaña hacia la juventud vasca más comprometida responde al deseo de la monarquía «por estrechar lazos» en los cuellos de l*s más inconformistas.

La gueina, por su parte, más reacia a este tipo de iniciativas de complicidad, prefirió saludar con un estilo más marcial mientras expresaba en voz baja su agradecimiento a la bienvenida dispensada con un «Juancag, me quiego ig a casa». Quizás, por la cercanía mostrada por el monarca para con sus incondicionales, fue Juan Carlos I quien más entusiasmo despertó. De todos los gritos espetados al Rey, sin duda el más repetido y sentido fue «Tenemos un rey que no nos merecemos».

Preguntando sobre con qué tendencias punk se sentía más identificado, el monarcaspañol tildó de "sectaria" a la Federación Anarkopunk «por mezclar política y música» y se declaró más cercano al piesnegrismo y costrismo punkarra «por mezclar Coca-Cola con vino».