La Historia Interminable

.

.

Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicar por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistirse a los placeres de la mesa… o de la botella. Algunos (…) lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos piensan que sólo serán felices en un lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos.

.

.

—(…) puede hacerse con los hombres cualquier cosa.
—Hacer con ellos… ¿qué?
—Todo lo que se quiere. Se tiene poder sobre ellos. Y nada da un poder mayor sobre los hombres que las mentiras. Porque esos hombres, hijito, viven de ideas. Y éstas se pueden dirigir. Ese poder es el único que cuenta. Por eso yo también he estado del lado del poder y lo he servido, para participar de él… (…)
—¡Yo no quiero participar de él!

MICHAEL ENDE