Algún día, lo sabrás todo...
Como mi sangre es tu suero,
en ti se me va la vida.
Como mi suero es tu sangre,
tu vida para mí es todo.
Bajo la lluvia me arrodillo,
y los colores del cielo
se encienden tras mis párpados.
Telón caído que oculta
a mis actores destrozados
por la falta de amor.
Cuéntaselo a un pájaro,
y el silencio dámelo a mí.
Y no sufras por no hablarme,
sufre por ti.
Montado a lomos de un caballo
con las piernas partidas,
recorrí praderas en mi dentro,
entre olas de humo,
huyendo de ti,
huyendo de mí.
Huyendo de ti…
de ti y de mí.
No estoy en ningún lugar.
Explota dinamita en mi boca.
No quiero cerrar los ojos. Los cierro...
Multicolor.
La ausencia de pensamiento,
y el dolor, también multicolor.
Luciérnagas bastardas avisan del peligro y son el peligro.
Mariposas en la selva de estrellas vagan.
Amigos de la vida, pocos;
sus caras, espejos donde mirar…
bombillas anónimas, compañeras en la noche.
Palabras violadas continúan su deambular de boca en boca,
de libro en libro.
Palabras putas sin serlo.
Cuéntaselo al gato recién nacido,
y el dolor dámelo a mí.
Yo ya sé lo que no quieres…
bésame con él.
Huecos de tijeras,
orificios de vacío enfermo en los que perderse. Minutos.
Animales exhaustos de dar vueltas en la Gran Jaula Hombre.
Enemigos de la guerra éramos tú y yo;
hoy estamos armados hasta los dientes
y el coñac nos da valor hasta el estrangulamiento…
pero no alivia el dolor.
No.
Regálaselo al niño sin madre preparada para verle nacer…
el ruido de vivir ya le arañará el corazón.
Regálaselo, como me lo regalaste a mí.
La actualidad vestida de indiferencia tras huracanes de horror paralizante...
de alguna forma hay que seguir.
Infusiones con aroma, soles durmiendo,
ruinas volando, juicios que duran un segundo.
Mírate, siempre tras las trincheras…
tu infancia murió ayer.
Un olivo seco, sin besos de lluvia.
La tierra arrugada cuenta cuentos.
Jabalíes con chaqueta y corbata,
conejos en conejeras de lata reproduciendo sin amarse,
aglomeraciones de individuos convirtiéndose en gente…
y anulados, anulándose.
Aglomeración de curiosos ante el último accidente.
Dame tu aroma, dama de mi noche,
susúrrame la melodía de tus caricias.
Llévame a tu isla, dame la rosa de tus entrañas.
Destapa tus heridas, quiero lamerlas.
El planeta de rodillas ante no sé qué Dios suyo…
Como mi sangre es tu suero,
seguiré dándote mi vida.
Como mi suero es tu sangre,
en mí está escrito tu nombre.
Como mi sangre es tu suero,
en ti nunca soy ausencia.
Como mi suero es tu sangre,
en mí eres voz estrella.
Como mi sangre es tu suero,
algún día lo sabrás todo:
lo mucho que te quiero,
lo que nunca supe decirte
Lo mucho que te quiero, lo que nunca supe decirte.
Algún día, lo sabrás todo, Después de Nunca
Sobren les imatges...