Rondalles (I)
Su amor no era sencillo
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti
El buscador
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador.
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción… “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo:
-Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
Jorge Bucay
BSO: I never came, Queens of the Stone Age
8 Comentaris:
què fa un buscador quan troba alguna cosa?
Imagine que, si se n'adona d'haver trobat alguna cosa, continuar buscant i carregar-s'ho tot al record, o què?
Buff... Açò té massa nivell per a mi, però supose q si sent q el q troba li lleva les ganes de seguir buscant, pot ser el q buscava, encara q no ho sabera, no? I ja no tindria la necessitat de buscar...
Encara q tots som buscadors, a la nostra manera, d'alguna cosa q no tenim massa clara!
Crec que si sume, ara mateix m'ixirien números rojos. Prefereixc oblidar, i no puc.
Xe! Que ficaràs tristota a la gent que et vol :_( A més... no han/hem sigut capaços de sumar-te ni uns pocs minuts de felicitat? ;p O algú/alguna cosa te'ls està robant? :(
Filosofía i dramatisme... ací hi ha de tot...
xai, jo és q la història aquesta del buscador ja l'he sentida massa voltes! a més, no sé, molts llatinoamericans tenen eixe punt edulcorat q em fa un poc d'angúnia... a mi m'ha agradat llegir el de Benedetti: Ai els portals!! quantes coses poden passar en un portal! encara q normalment van més amb el sexe o amb l'amistat q amb el amor,(o serà na qüestió meua?) però bueno, per què no? :P Apa! Salut!!
Això de buscar és bastant frustrant, no creus?, sobretot si aquesta búsqueda té com a fi la felicitat o el benestar d'un mateix. No creus que seria millor viure i anar rebent les coses que et van passant i actuar front a elles de la manera millor possible?. No confondre amb conformar-se sino viure i actuar de forma conseqüent.
Talvegada som trobats per altres buscadors...buskem imposibles o ens perdem en la buskeda de boletes als nostres mel·lics, què més dona si tot això ho fem amb un somriure i amb la certeça q demà serà un dia millor... i si no... doncs a buscar el somni de la felicitat...
I qui no ha trobat instants agradables en un portal? o de ràbia per no haver donat un pas més?
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